Para 4 personas
La elaboración es la misma para Kitchenaid como para máquinas de pasta tradicionales tipo Imperia, Marcato o incluso la de la marca Casa, ya que el aparato es el mismo, la única diferencia es que con Kitchenaid no tengo que girar la manivela, sólo me preocupo de sujetar la hoja de masa.
Las medidas corresponden a la cup americana.
4 huevos
2 tazas y media de harina fina (si es 00, mejor)
1 taza de harina de farro
dos pizcas de sal
unas 3 cucharadas de agua, dependiendo del tipo de harina
Mezclar las harinas con la sal y amasar con el huevo y, eventualmente, con algo de agua (s los huevos son XL puede que no haga falta, pero yo suelo comprar huevos pequeños), hasta obtener una masa lisa y homogénea que colocaremos sobre una superficie enharinada, la cubriremos con un paño y la dejaremos descansar 1/2 hora.
Pasado ese tiempo, cortar la masa en 4 partes iguales y, con las mano, aplastar cada una de ellas dándole forma ligeramente oval. La masa aplastada no deberá ser más alta de un centímetro. Procurar mantener la superficie enharinada; para estos menesteres un tapete grande en silicona es ideal.
Colocar la pieza que firma las hoja de pasta en la máquina, posición "0", y pasar cada cacho de masa por ella dos veces.
Apretar la misma pieza en posición 1, 2 y 3, sucesivamente, pasando la hoja por cada posición 2 veces. Cada vez que tengamos una hoja lista, la volveremos a colocar en la superficie enharinada, espolvoreándola con más harina si notamos que está todavía algo pegajosa. Lo importante es que deslice bien, sin pegarse, por los rulos de la máquina.
Cuando tengamos todas las hojas de masa pasadas por la posición 3, apretamos la pieza en la posición 5, que a mi gusto es la que va bien para la pasta semi-integral, aunque cada uno puede darle a la hoja de masa el grosor o la finura que quiera. Pasamos dos veces la masa por la posición 5 y cada vez colocamos cada hoja sobre la superficie enharinada. En esta fase tenemos lo que técnicamente se conoce como sfoglia, es decir, la hoja de masa lista para su destino final.
Cambiamos de accesorio y colocamos en la máquina la pieza para cortar los fettuccini o lasagne y según las vayamos teniendo listas, las depositamos con delicadeza sobre la misma superficie enharinada. Están listas para ser consumidas, cociéndolas en abundante agua salada con un chorro de aceite. Las que sobren se congelan (las de la foto están congeladas) enroscándolas en cuencos de cerámica pequeños y colocándolas en el congelador hasta que se endurezcan. Luego se desmoldan y se guardan en saquitos de plástico. Para utilizarlas, se cuecen congeladas, prolongando la cocción un minuto más.
Siendo otoño, están para chuparse los dedos con esta salsa.
Que descanséis mucho el día de fiesta, y buen puente a quien lo tiene.
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