Ingredientes (para unos 500g de ghee)
750g de mantequilla biológica - 1 cazo de hierro o acero, de fondo grueso - 1 colador - 1 gasa
Fundir la mantequilla en el cazo, removiendo con una cucharada de madera hasta que se licúe completamente. Bajar a fuego medio-bajo (en mi vitrocerámica, que marca de 1 a 10, lo hago al 3,5), y cocer, sin remover, hasta que observemos que el líquido se clarifica y se ve perfectamente el fondo del cazo. Esto tardará unos 35-45 minutos.
Si os resulta más cómodo, podéis retirar, con mucho cuidado, algo de la espuma blanca que se forma en la superficie, con una cuchara, para visualizarlo mejor, o bien soplar con fuerza en la superficie para ver el fondo. Actuar con muchísimo cuidado a partir de que esté transparente, ya que se quema muy rápidamente.
Lo colamos por una gasa que tendremos colocada sobre un colador, para retener los sólidos lácteos, y dejamos enfriar. Debe tener un bonito color dorado pálido, y un ligero olor a nueces. Se puede conservar hasta 1 año, a temperatura ambiente.
oooOOOooo
El ghee es un ingrediente básico en la cocina hindú, que ha entrado en Europa fundamentalmente gracias a la medicina Ayurveda, que lo considera tanto un alimento como una medicina.
En realidad se trata de una mantequilla clarificada que, a diferencia de la clarificación habitual, que se hace fundiendo la mantequilla sin remover, y separando la capa de grasa líquida de la capa superior de espuma y la inferior de sólidos, en el ghee ambas capas se eliminan por hervido lento de la mantequilla.
Es relativamente fácil de elaborar en casa, y tan sólo hay que tener cuidado durante la clarificación, ya que los sólidos lácteos se queman rápidamente una vez que se ha producido, y el ghee se echa a perder enseguida. Aquí os dejo unas fotos para que podáis apreciar el punto en el que se debe finalizar, que es justo cuando podemos ver el fondo de la olla, y los sólidos, a través de una capa absolutamente transparente.
750g de mantequilla biológica - 1 cazo de hierro o acero, de fondo grueso - 1 colador - 1 gasa
Fundir la mantequilla en el cazo, removiendo con una cucharada de madera hasta que se licúe completamente. Bajar a fuego medio-bajo (en mi vitrocerámica, que marca de 1 a 10, lo hago al 3,5), y cocer, sin remover, hasta que observemos que el líquido se clarifica y se ve perfectamente el fondo del cazo. Esto tardará unos 35-45 minutos.
Si os resulta más cómodo, podéis retirar, con mucho cuidado, algo de la espuma blanca que se forma en la superficie, con una cuchara, para visualizarlo mejor, o bien soplar con fuerza en la superficie para ver el fondo. Actuar con muchísimo cuidado a partir de que esté transparente, ya que se quema muy rápidamente.
Lo colamos por una gasa que tendremos colocada sobre un colador, para retener los sólidos lácteos, y dejamos enfriar. Debe tener un bonito color dorado pálido, y un ligero olor a nueces. Se puede conservar hasta 1 año, a temperatura ambiente.
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El ghee es un ingrediente básico en la cocina hindú, que ha entrado en Europa fundamentalmente gracias a la medicina Ayurveda, que lo considera tanto un alimento como una medicina.
En realidad se trata de una mantequilla clarificada que, a diferencia de la clarificación habitual, que se hace fundiendo la mantequilla sin remover, y separando la capa de grasa líquida de la capa superior de espuma y la inferior de sólidos, en el ghee ambas capas se eliminan por hervido lento de la mantequilla.
Es relativamente fácil de elaborar en casa, y tan sólo hay que tener cuidado durante la clarificación, ya que los sólidos lácteos se queman rápidamente una vez que se ha producido, y el ghee se echa a perder enseguida. Aquí os dejo unas fotos para que podáis apreciar el punto en el que se debe finalizar, que es justo cuando podemos ver el fondo de la olla, y los sólidos, a través de una capa absolutamente transparente.
Hay quien, para comprobar si está bien, moja un bastoncillo de algodón en el ghee y le prende fuego: si no chisporrotea, es que no tiene líquidos, sólo grasa, con lo cual está listo.
El ghee no se quema al freír, y se conserva perfectamente, a temperatura ambiente, durante 1 año. Eso sí, os aconsejo emplear una mantequilla biológica, ya que la mayoría de los pesticidas son muy solubles en grasa, por lo que en este caso es bueno partir de un producto base libre de sustancias químicas.
El ghee no se quema al freír, y se conserva perfectamente, a temperatura ambiente, durante 1 año. Eso sí, os aconsejo emplear una mantequilla biológica, ya que la mayoría de los pesticidas son muy solubles en grasa, por lo que en este caso es bueno partir de un producto base libre de sustancias químicas.
2 comentarios:
Un artículo fantástico.
Un saludo.
Me ha gustado mucho lo de ghee. Mi madre lo ha hecho toda la vida con su mantequilla casera cuando empieza a pasarse. Lo usa principalmente como mantequilla para untar moldes de postres y panes porque le da un sabor especial. Cuando le diga que lo suyo viene de India y no de su bisabuela, jaja.
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