6 pimientos, amarillos, verdes y rojos
1 diente de ajo
1 chalota
vinagre
leche
2 berenjenas medianas
4-6 tomates pera
sal
aceite de oliva virgen extra
Cortar los pimientos en cuadraditos bastante grandes y ponerlos en remojo en agua y un vaso de vinagre durante al menos un par de horas. Cuanto más tiempo se remojen, menos repetirán.
Cortar la chalota en tiras y ponerla en remojo en un vaso de le che durante el mismo tiempo.
Cortar la berenjena en dados gordos, salarla y dejarla que pierda el amargor dentro de un escurridor.
Vaciar los tomates, cortarlos en gajos, salarlos y ponerlos en otro escurridor para que pierdan el agua.
Escurrir los pimientos y meterlos en una cazuela de bordes altos. Añadir la cebolla, después de haberla escurrido y pasado por agua. Añadir también las demás verduras, el diente de ajo y un buen chorro de aceite. Mezclar y cocer a fuego medio una hora y media, comprobando el punto de sal al final de la cocción. La berenjena se tiene casi que deshacer y los pimientos estar muy muy blanditos y casi caramelizados. Está mejor al día siguiente, ya reposada.